jueves, 11 de septiembre de 2008

UN POCO DE HISTORIA: EL REY DEL CIELO (1ª Parte)

A lo largo de la historia se ha venerado a nuestro Sol, como una divinidad portadora de vida. Desde tiempos inmemoriales, y mucho antes del nacimiento de Jesucristo, han existido numerosas personificaciones de nuestro astro rey. Muchos de los profetas de distintas civilizaciones y/o religiones tienen grandes coincidencias en su historia (Attis, Buda, Krishna, etc.).

Posiblemente la más antigua la encontramos en el panteón egipcio (3000 a.C.). Su representación depende de la posición en el cielo y Atón, Horus o Ra son algunos de sus posibles nombres. Me centraré en la historia de Horus, que nos sonará (¿extrañamente?) muy familiar:

Horus nació el 25 de diciembre de la virgen Isis María y su nacimiento fue acompañado por una estrella del este. Tres Reyes la siguieron para encontrar y adorar al nuevo salvador.


A la edad de 12 años fue un maestro y a los 30 años fue bautizado. En ese punto empezó su labor. Tuvo 12 discípulos que viajaron con él, haciendo milagros como curar a los enfermos y caminar sobre el agua. Fue conocido como La Verdad, La Luz, El Sagrado Hijo de Dios, El Buen Pastor, El Cordero de Dios y muchos otros.

Traicionado, Horus fue crucificado y enterrado, pero a los 3 días resucitó.

Estas asombrosas similitudes con el representante del dios cristiano, nos llevan inevitablemente a la conclusión que pudo existir una maniobra de plagio. Ésta serviría para facilitar la conversión desde otras religiones al Cristianismo.

¿Por qué de esas similitudes? ¿Son fruto de la casualidad? Intentaremos contestar a estas preguntas en el siguiente número.

Para la confección de este artículo quiero destacar la aportación de un autor: Gerald Massey (1828-1907) mitólogo y erudito, que encontró más de 300 similitudes entre Horus y Jesucristo.


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