Se han escrito ríos de tinta sobre la crisis actual y no estoy, ni capacitado ni interesado, de analizar y exponer las causas (de todos ya conocidas). Quiero hablar del futuro inminente en la medida que va a afectar a los trabajadores a nivel mundial e ir aproximándome a nuestro entorno más próximo.
Aunque ya es sabido, es conveniente recordar, que tan sólo unos pocos ostentan la riqueza y es la fuerza del trabajo de muchos los que consiguen que se mantenga el sistema económico y las riquezas de esos pocos.
No estoy descubriendo nada, pero debemos preguntarnos ¿qué pasará ahora que hasta los ricos están pasándolo mal con la crisis actual?
La respuesta augura un futuro próximo muy negro para los trabajadores.
Lo que debemos esperar (y luchar en su contra más que nunca) es un intento de pérdida de derechos y empeoramiento de las condiciones laborales con la excusa ocurrente de la crisis.
Acaban de sacar a la luz la conveniencia de reducir los enormes márgenes de beneficio de los grandes bancos, hasta hace poco sólo se hablaba de inyecciones de dinero, pero… ¿dónde se ven los resultados de estas medidas en cuanto a contrataciones o en mantenimiento del empleo? y los créditos a particulares ¿para cuándo? Imagino que para cuando acabe la crisis y mientras ajustan sus cuentas de resultados para seguir con sus beneficios récord.
A nivel europeo ya se está dejando sentir: la propuesta de 65 horas de trabajo semanales es una ATROCIDAD que nos hace retroceder bastantes años de lucha obrera en defensa del derecho de tener un trabajo digno.
Gracias a no sé muy bien por qué causa, se ha desestimado esta propuesta. Lo que me preocupa son los argumentos esgrimidos para el rechazo que no son claros y existen contradicciones. Parece ser que se espera continuar las negociaciones entre los grupos parlamentarios europeos.
Mucho me temo que si bien no se llega a las 65 horas semanales, sí que se firmará un incremento de las 48 actuales.
¿Y en España? Aquí el panorama es desalentador: con el previsible incremento de parados hasta los 4 millones y la crisis tremenda del sector de la construcción, el futuro no es muy halagüeño la verdad. Puede que nunca sepamos las causas que llevaron a los 8 años del gobierno de Aznar y a la primera legislatura de Zapatero para no aprovechar el crecimiento económico español para invertir muy fuertemente en infraestructuras, potenciar I+D+i, regular y perseguir las actividades especulativas y un largo etcétera que cualquier economista o incluso cualquiera que haya leído un poco, son algunos de los pilares del crecimiento ¿sostenible?
De esta manera nos hubiéramos convertirnos de facto (y no de “boquilla”) en una potencia europea y mundial, protegiéndonos enormemente a los reveses caprichosos de unos pocos especuladores.
Avanzando un poco nos encontramos con el sector público. ¿Qué nos deparará el futuro? Si la crisis dura un par de años más, que lo hará, imagino que otra congelación salarial (y ya van…).
Tengo esperanza en que se darán los pasos necesarios para no llegar a esos extremos.
Por último quería hacer mención a la FNMT. Nuestro futuro inmediato pasa por la negociación del próximo Convenio Colectivo. Ríete de la negociación del X Convenio que ya fue durísima.
Por ello desde aquí hago un llamamiento para que todos los trabajadores apoyemos y ayudemos en la medida de nuestras posibilidades para que el Comité de Empresa sienta que les estamos respaldando en estos momentos difíciles.
El siguiente paso será vigilar la aplicación real del Convenio, que realmente es el eslabón más débil de nuestra cadena y la asignatura pendiente. Cada dos por tres la dirección nos sorprende con sus interpretaciones “sui generis”, en especial desde Recursos “inhumanos”. Ejemplos tenemos muchos: valoraciones interesadas, aplicaciones de medidas de conciliación en detrimento de los derechos de otros trabajadores … en fin, un sinfín de despropósitos.
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