martes, 10 de febrero de 2009

Presentado en registro para la Comisión Paritaria (10-02-2009)

MODIFICACIÓN PROCESOS SELECTIVOS DE RÉGIMEN RESTRINGIDO

El actual procedimiento de cobertura de vacantes en régimen restringido es deficitario en cuanto a que no tiene en cuenta la carrera profesional, no fomenta la promoción profesional, es poco flexible y eficiente. Esto último se pone de manifiesto en los largos periodos de prueba que provocan retardos innecesarios en la cobertura de los puestos abandonados por los trabajadores que obtienen las nuevas plazas.

Estas plazas “abandonadas” no se pueden ofertar hasta que el trabajador pasa el pertinente periodo de prueba en su nuevo puesto. A esta situación, hay que añadir después, todo el tiempo que dure el nuevo proceso selectivo.

Tampoco se procura una capacitación previa muy necesaria para agilizar y recortar los periodos en los que un nuevo trabajador todavía no es plenamente productivo.

Para ello deberíamos modificar el actual modelo de procesos selectivos, al menos en régimen restringido y seguir el ejemplo por el que optan otras grandes empresas (Telefónica, Metro de Madrid, Renfe, etc.) utilizan con ciertas salvedades.

El nuevo modelo consistiría en un curso de capacitación al puesto. Formaría al personal con conocimientos específicos del puesto, demostrando a lo largo de una serie de exámenes (eliminatorios o no) que cumple con las capacitaciones profesionales necesarias.

Finalmente entre las mejores notas entre los aprobados serían los agraciados para cubrir las vacantes fijas o temporales.

Los beneficios obtenidos serían:
1.- Reducción drástica o desaparición de los periodos de prueba.
2.- Reducción o desaparición de demoras innecesarias en la cobertura de vacantes. El periodo en el que se realizaría el curso sería siempre de una duración similar a lo que duran los actuales procesos selectivos, con la ventaja de que ya estarían formados los trabajadores.
3.- Incremento de la productividad al estar debidamente formados en el momento de la incorporación.

Además sería necesario introducir unos requisitos de acceso al curso lo suficientemente amplios para estimular a la plantilla, que verían como su esfuerzo tiene su recompensa. Se abandonaría el permanente estado de desidia.

Esta última medida provocaría un beneficio adicional: la defensa de la carrera profesional. Se permitiría que trabajadores plenamente capaces, pero que no tienen la titulación necesaria dentro del actual modelo, puedan demostrar su valía.

Esto sería otro paso más para la verdadera profesionalización de la plantilla.

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