Las elecciones siempre son motivo de interpretaciones. Intentaré dar una visión, lo más objetiva posible, acerca de las últimas elecciones para delegados de prevención mediante votación directa.
Como hecho objetivo están los resultados oficiales de las últimas elecciones sindicales (marzo 2010): CCOO+NP acumulaba 638 votos, UGT 181 y EPS 95.
A tenor de estos resultados, en las elecciones de delegados de prevención se esperaba, en caso de que se hubiera repetido la misma afluencia y todos los votos se consiguieran para las mismas candidaturas, que para cada sección se hubiera recogido el doble de votos (recordemos que cada votante podía elegir hasta un máximo de dos candidatos).
Serían 1276 votos por parte de CCOO+NP, 362 por parte de UGT y 190 por parte de EPS.
No fue así motivado en parte por la menor afluencia de votantes, quedándose con 652 votos la candidatura mayoritaria (CCOO-NP). Este resultado supone una reducción del 51 % sobre el valor potencial.
En la candidatura de UGT la potencialidad se confirma, ya que incrementan ligeramente los resultados los resultados electorales al obtener 370 votos, produciéndose un incremento del 2%.
Sorprende un tanto el resultado final de EPS con 296 votos que representa un incremento de un 51% respecto a los resultados de hace poco más de un mes.
¿Cuál es la explicación de todo ello? Lo que todos
Sabíamos, las votaciones en las que se dan listas abiertas deparan sorpresas, demostrando lo enormemente superiores que son democráticamente hablando.
Si se aplicaran listas abiertas se conseguirían una serie de beneficios que no tienen precio ni desperdicio:
1.- Democracia, al ser lo electores los que deciden quién les representan y en qué orden.
2.- Poner punto y final a los partidismos, los miembros electos se deben a la voluntad de sus votantes que son quienes ostentan el poder, aunque lo cedan temporalmente a los representantes.
3.- No es posible dormirse en los laureles ya que en la próxima votación, el que no trabaje seguramente irá fuera.
4.- Poner fin al sindicalismo institucional, el de unas siglas, pasando a un sindicalismo por y para los trabajadores.
Se empieza a notar un pequeño indicio de querer votar a las personas y no a las siglas. Estoy contentísimo, es un ejemplo de verdadera democracia aplicada.
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